La pasión de M.M. Crumley por las historias, la ficción, los mitos y las leyendas comenzó en su niñez. Como niña, disfrutaba perdiéndose en un mundo donde la magia y los héroes eran parte integral de la narración. Esta fascinación por los relatos imaginativos la llevó a escribir su primera historia sobre Doc Holliday como un inmortal para una clase de escritura universitaria en 2004. Desde entonces, ha estado cautivada por la figura histórica y ha estado "siguiéndolo" en su escritura, intentando capturar la esencia de su personalidad compleja.
Los personajes de Crumley, incluyendo a Doc Holliday, son más que simples productos de su imaginación; los ve como seres reales y tridimensionales que exigen que se les cuenten sus historias. Siente un fuerte compromiso con sus personajes y cree que ignorarlos resultaría en un constante acoso. Su dedicación a sus creaciones la impulsa a perseguirlos y documentar cada una de sus palabras.
Fascinada por los temas persistentes y las ideas repetidas que se encuentran en las historias de diferentes culturas, Crumley se pregunta si realmente existe una conciencia colectiva. Ve la ficción como una poderosa herramienta para la comunicación de verdades e insights, que pueden descubrirse en lugares inesperados como los dibujos animados, las canciones y las historias sobre un niño y su caballo. Crumley ve a los narradores como los cargos más antiguos de la Tierra, creyendo que tienen el poder de carrying truths or lies, help or hurt, y ultimately affect the world's reality through their words.
Dark Comedies and Twisted Tales Books (as M.M. Boulder)